tengo malos hábitos y malas costumbres,
malas formas de hablar y malos momentos,
malos amigos, malos intentos, malos sentidos y más de un lamento,
siempre un mal presentimiento de un mal sentimiento,
malos castigos, máximo sufrimiento, malas peleas, peor el escarmiento,
malas decisiones, el futuro es incierto,
me evito presiones ya que todo está muerto,
malas visiones, malas predicciones,
malas intenciones, mil inundaciones, mil incendios y mil revoluciones,
mil caídas de muros, mil mutilaciones,
malos insultos, malos indultos, mala entrada al mundo de los adultos,
mal mi futuro, mal tu futuro, mal es lo que aseguro y auguro, para algo que ya es seguro,
el mal y esperado fin del mundo,
malas drogas, malas bromas, malos instantes y malos calmantes,
malos pasos, malos trazos, malos retazos de una vida en pedazos,
malas versiones y malas ficciones,
aversiones, perversiones, sin situaciones que mejoren
mi mecanismo principal: mi salud mental,
que en estos momentos vive un estado paranormal,
o algo anormal hablando en el sentido más formal
de la palabra de quien habla, el que se pasa de la raya, y siempre escribe, nunca calla,
los ciento un errores de los peores, de los que gozan de poderes,
militares, de terror y asesinos de los mejores,
político de mierda le dices pero la envidia te corroe,
porque gana más dinero que tú y tu sueldo en un sobre,
cada vez menos porque no falta uno que llegue y cobre,
un préstamo o un alquiler, algo de este mecanismo que tanto jode,
(y como todo tiene un tope)
que ninguno se asombre, lo pido por favor,
por si algún día, una rica tarde de verano con bastante calor, los pongo en la mira,
y les reviento los sesos con algo de alegría, y muy buena vibra,
una análoga sensación en el sonido del impacto, del sólo tacto,
la bala y la piel en contacto, la pólvora revienta tostada al sol,
los poros se queman, la carne se calienta, el cráneo se abre y la cabeza revienta,
y listo, eres titular principal, la figura de los noventa, el hijo que a Su Padre representa,
el criminal maligno, pero para que se lo sepan
que me llaman El Genio del Mal, el heredero del trono infernal,
o El Destripador Carnal, eso lo leí una mañana en un titular,
mientras tomaba un café y terminaba de copular,
tomaba grandes sorbos, no se vaya a enfriar,
para luego disponerme a comenzar a asesinar,
"las matanzas del domingo", algo difícil de olvidar,
leyendo mis memorias en algún periódico mientras terminaba de merendar,
(digamos que el cuento ya tiene que acabar)
y obvio así como pasan los días, obvio la gente tiene que olvidar,
al final el cataclismo y en fin del mundo es algo que suele pasar,
ver el rostro del diablo es algo que alguna vez tuvimos que experimentar,
no digamos que todos los días,
pero al final siempre se olvida, como cualquier noticia, a cada rato,
y ser el anticristo en estos días implica algo más de impacto,
algo de publicidad y bastante encanto,
por no decir popularidad y desenfado,
así que bueno,
por ahora me conformo con terminar mi café y mi acto,
ver una buena película con un buen trago,
tomar algo de sol este verano
y disecar mi piel, en este mundo humano.
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