lunes, 23 de febrero de 2009

F R E E S T Y L E

me encuentro en una crisis de ideas,
de ésas de poca creación, sin emoción ni trascendencia,
de poca conmoción y mucho menos transgresión,
un intento de conversión,
mucho más que una iluminación 
pero sólo como intención y sin nada de conciencia,
o tan sólo vomitar un poquito de ficción,
sin pena ni tampoco devoción ni redención
y mucho menos filosofía ni ciencia:
pienso en algún ejercicio para mi mente,
que me deje pensar libremente, fluir sanamente,
sumar, restar, pensar en altos coeficientes
y alteregos dementes,
y no dejarme turbar por las ganas de jugar, de alucinarme en algún lugar,
por lo menos decente,
y no es por lo que diga la gente,
ni mucho menos que yo lo lamente, pero al final uno siempre es el que miente,
el menos exigente, el más imprudente,
todo un inconsciente,
el que contamina tu mente
y te manda al infierno,
el que te hace tropezar y garabatear tus cuadernos,
una clase de demonio,  un esperpento,
un fantasma en celo entre lamentos,
que asusta niños y causa aspavientos, 
uno que otro ataque,
y si bien no mate,
algún anciano del corazón de saque,
pues bien ahora de remate me voy dando cuenta,
que me viene siempre bien algo de violencia,
un poco de gritos y malevolencia,
un par de cuchillos con buena resistencia,
muchos clavos, taladros, nada de anestesia,
una sierra de mano y cero clemencia
y bastante indecencia, pero todo fundamentado,
y bien pauteado, todo bien pactado,
con mucha prudencia,
evitando así algún error no planeado,
no cronometrado,
pero qué demencia, dirá uno que otro,
qué barbaridad, un asesino con rostro,
un carnicero con gozo de cortar niños en trozos,
o de causar varios destrozos y lanzar gente a un pozo,
de ser un incendiario, de poner trampas de clavos,
o una máquina para cortar manos,
y unas tijeras de cirujano, que cual artesano,
dibujaron alguna vez gestos de mi juicio mal sano, 
que un psicópata social, un fanático sin moral,
un adicto de profanar
muertos frescos acabados de enterrar,
y cómo es posible tolerar
a un genio del mal que convirtió en carnaval
lo que sólo puede hacerse en un camal a un animal?
y luego vendrán miles de respuestas,
diagnósticos, especulaciones inciertas,
qué cómo un chico bautizado, apostólico romano y católico,
todo bien educado,
generó semejante desastre caótico,
pero que no deja huellas, todo un metódico,
un paranoico para un arte de criminales sardónicos,
un talento desperdiciado, un ente diabólico,
un vulgar desquiciado, un desgraciado capaz de azotar a un anciano,
un cerebro que aniquila con mucha perfidia,
qué cómo si con padres casados y una buena familia,
terminó siendo un criminal homicida?
o un potencial genocida, un ser lleno de codicia,
que desperdicia su vida sembrando muerte y desidia,
y odiando policías, citando herejías y fracturando y
amputando más de un brazo, y si acaso,
otra extremidad u órgano genital,
para saciar una sed animal, y hasta homosexual,
alguien que creyó que ser dios era algo natural,
y que copular con muertos era algo muy normal,
alguien que vivió sin reglas ni normas, un subnormal,
antinatural, descrito como todo un criminal,
sin clase ni base, un enfermo mental
que debemos lamentar
todos los seres humanos en el mundo más formal,
y así seguirán especulando,
creando mitos, generando escándalos,
viviendo del que sufre sólo un momento de arrebatos,
de desenfrenos, de rechazo
por tener curiosidad de sentenciar a un condenado,
a castigo y horca, sin juicio de antemano,
de cortar y destripar, todos en pedazos,
descuartizar y mancillar, mandando todos al cadalso,
en vez de descifrar o por lo menos intentar,
lo que dice detrás de mi cabeza:
tres numeritos idénticos con certeza,
y con mucha bajeza, algunos de esos, los que rezan,
en mi camino se atraviesan
y se persignarán frente a su alteza,
y yo les responderé con un balazo, 
apuntando a la nuca de algún pelmazo,
y dejaré más de un cráneo todo reventado,
y así su tercer ojo quedará todo bien marcado, tatuado, 
todo impregnado en su frente,
partida en dos con simetría, 
una estética con maestría, para el gusto más exigente,
pero que dejaría a todos inapetentes,
y bastante impacientes de lo que se viene, una jauría
de perros sacando garras, una tortura propia mía,
a puras dentelladas, toda una orgía
de sangre y cadáveres, una fantasía
para los que creen y adoran alguna idolatría,
y bueno, este demonio que cubre expectativas,
pues no tiene más que otra alternativa,
que guardarse o esconderse, buscando una salida,
divertirse alucinando y escupiendo porquerías,
y por ahí resucitando algún sentimiento homicida,
y no que yo lo pida o lo haya rogado,
a algún demonio o a algún genio malvado,
pero no veo otra salida más que publicar lo redactado,
e irme a dormir tranquilo y bien relajado.

P.D.
(tres días de furia, sin partida ni despedida,
a un mundo lejano, departiendo profecías,
revolviendo pedazos de sueños y lo digo con ironía,
a algún tarado que pensó que esto pretendió ser poesía,
pues bien lo único que hago es andar sin perspectiva,
a veces maldiciendo con bastante alevosía, 
y simplemente esperar lo que se avecina,
el sentenciado fin del mundo y la anarquía)

(Pizarnik falsereader remix)

viernes, 13 de febrero de 2009

S I N G - A - S O N G

la repulsión, la ira,
y una que otra mentira,
un deseo sin cumplir y muchas ganas de escupir
los sentidos, la desidia, 
las ganas de tener todo en la mira,
de esparcir algo de pólvora, juicio, pena y horca,
de lanzar algo más que flamas,
aparte del lanzallamas, un par de metrallas,
un tiro al blanco en la cabeza,
un sinfin de dolor, una experiencia,
ser un carnicero, un verdugo pendenciero,
un sátiro vestido de santo,
un vulgar perro que no mereció el parto,
un infante suicida,
un criminal genocida,
que salta de escena en escena,
una ola de muertes sin gloria ni pena.

el serial killer pretende un momento, 
que depende de un humor bastante incierto,
a veces juega arrancando pedazos,
cortando, gozando, dando machetazos,
humillando, haciendo daño,
a inocentes y culpables, todo ente humano,
que al final son ellos los responsables de esta historia
de injustos e insanos,
y siempre hay una buena excusa para la trayectoria,
de una bala de grueso calibre,
que esparza los sesos de manera increíble,
con furia y mucha bulla,
y obvio un tanto de tortura,
mientras le arrancas las uñas a algún cura,
pero eso sí no arruines tus vestiduras,
con manchas de sangre, que son las duras, las más crudas
de limpiar con algo de vinagre, 
y quizá hasta detergente,
y que, para evitar algún accidente,
siempre lleva un buen recipiente,
una bolsa negra y un auto potente,
con una coartada por si algún agente,
se cruza contigo y te lee la mente,
y sal como si nada, entre toda la gente,
quizás haya sido todo un accidente

y si bien me desvié del tema,
no me asombran las cosas que yo digo,
al final siempre piensan que soy yo el que maldigo,
el que ejerce juicio y castigo,
pero eso sí, con mucho tino y humor fino,
porque eso de soltar profecías,
con una gracia disque divina,
como que no va con estos tiempos modernos,
y más que un discurso paquidermo, 
con un aliento a santidad que me pone enfermo,
prefiero yo los rapeos,
los sinsentidos y los jammeos,
al final piensan que todo es un juego,
y que no hablo en serio,
y que el infierno que yo creo,
lo tengo más que en mi cerebro,
las ganas de escupir se me van yendo,
así que nada, terminemos y publiquemos,
todos juntos, mis alteregos, nos vamos despidiendo,
esperando ansiosos los momentos,
de fuego, muerte y tormentos.


domingo, 8 de febrero de 2009

día de vacaciones

pienso en la frase más cojuda,
ésa la de "dar tu granito de arena":
pero qué idea tan absurda,
tremenda playa que da pena,
llena de puro ingenuo,
cucufato y santurrón,
que cree que dando algo de dinero,
una parte al gobierno y otra al clero,
se libran de la extinción;
pero ése no era el tema en cuestión,
sino darme alguna libertad, una intrusión:
un momento de reflexión para sacar algunas cuentas,
de los números que todos saben pero que nadie comenta,
que cuántas especies por día,
delfines, marsopas o ardillas,
o cuántos voltios y calorías, contadas cada día,
en una libreta toda llena de cifras,
siglas y citas, y otras frasecillas,
pastillitas de moral, toda una filantropía,
llena de real utopía, 
sobre los que vienen y se van,
los que compran, reciben o dan,
contando los años, y los daños que se van causando,
y que el tiempo se nos va acabando,
que los bosques quemados por kilómetro cuadrado,
que la úrea acumulada, del petróleo mal vaceado,
que la bolsa se cae otra vez, ésta vez de revés,
y todo es puro traspié, y más de los corruptos,
lo que viven de puro hurto,
los que oprimen pueblos enteros,
poniendo centavos en el monedero,
pero comprando almas, todas al matadero,
y más de los que dicen que matemáticamente podemos,
pero basta ya,
no nos engañemos,
y no filosofemos,
que los buenos consejos y el reciclaje,
que el control natal, que el dólar no baje,
que la guerra en Irak,
la coca, el yogurt natural y el crack...
todo el sistema del que tanto renegamos,
es como un enema que todos disfrutamos,
y si bien nos manipula,
nos aliena y nos hace falsos,
como el dinero, 
oh si, el falso dinero,
que soy materialista y no compro baratijas,
que me creo pacifista y no como lagartijas, ni las hijas,
las menores,
las que vendemos por un cobre,
que quemamos mujeres, y nos creímos castos,
les llamamos brujas, y a nosotros santos,
que se vende una guerra, 
en Londres, Kenia o Canberra,
y que suenan las campanas,
de odio, furia y campañas, pura propaganda,
de modelitos calvin klein, todos en tanga,
oh, sí, todo es dinero, sucio dinero
pero bien que puedes matar
por llevarte un monedero, 
y ahora me pongo a pensar,
qué es lo que hay que reflexionar?
un instante de iluminación para tanta payasada?
la idea del karma o de una humanidad reencarnada? 
que si apago un foco,
que si separo mi basura,
que si como enlatados, 
o si boto las envolturas,
si desenchufo mi microondas,
por el cáncer y en las horas,
las horas punta, donde todos se vuelven locos,
corriendo de un sitio para otro,
atropellando al piraña que te lava el carro,
o al que vende galletas, el niño retardado,
al que siempre ignoraste, y nunca miraste,
ni siquiera a la cara,
cuando le negaste que su madre lo abandonara,
y bueno, uno se cree en lo correcto,
cuando deja de fumar por el mal aliento,
y que la capa de ozono se pierde,
eso es otro pretexto,
para vender modas e ideología,
que reciclo mis restos, y separo bujías,
y pilas ya usadas,
para evitar la contaminación,
y que no me muera de un infarto al corazón, 
en las zonas aledañas, de alguna que otra minera, 
de azufre, plomo o alguna que otra piedra,
entonces, poniendo una mano al pecho,
y tratando de ser sincero,
realmente vale la pena tanto esfuerzo?
digamos que todos apretemos el switch,
y que de una buena vez nos toque el fin,
el gran final de una mala pasada,
para el mundo y su especie mal cotizada,
la temible raza humana,
que si bien tomó decisiones equivocadas,
basándonos en una historia bien maquillada,
pues podemos pensar que esto es lo que nos merecemos,
cuando apoyamos a un sistema del cual dependemos,
y no es que reniegue de propios y ajenos, 
pero el tiempo dirá si seguimos enteros,
por mi parte que las cosas sigan su cauce,
y que los misiles de largo alcance, 
que la vida moderna, la cacería al alce,
que el infierno en la tierra, y que el cielo a la mierda,
y bueno pues,
no me queda más que confesar,
que si el apocalipsis ha de llegar,
en primera fila quisiera estar,
comiendo canchita con harta mantequilla,
mucha sal, mucha cosa frita,
y que mis arterias derepente revienten,
mientras veo que todos al fin se divierten,
entre fuego y lava, la cosa se pone brava,
mientras cometas caen ellos bailan la lambada,
el baile de fuego y azufre,
del que pega y luego sufre,
y así seguiré por horas y horas,
obviamente a deshoras,
y con mucha honra,
por no decir concha,
mirando cómo se va calcinando, 
así todo bien tostado,
el sistema y su rebaño.


(y nada que decir del calentamiento
que si bien llega nos pone contentos,
por el rico bronceado que orgullosos mostramos)












viernes, 6 de febrero de 2009

c o m b u s t i ó n e s p o n t á n e a

una noche para variar,
me miré en el espejo,
y no es porque me quejo
pero no quise mirar;
y no me miente mi reflejo,
aún creyéndome pendejo,
no me pude engañar:
que las cosas de la edad,
habla, cuerda con nudo,
de la pura fealdad,
del mundo maduro,
el que creemos seguro,
que nos da prosperidad,
libertad, dinero y propiedad,
dizque libres y felices,
pero perdices no comí,
las vi extinguirse con crueldad,
en youtube lo vi,
(reverb.)
que el espejo no me miente,
pero igual me resiente, y pervierte,
menos mal todavía, que la edad siga su vía,
que el complejo del reflejo de un espejo
se siente cada día,
si bien antes no lo sabía,
pero la ruta no tiene guía,
tenía más de tres dimensiones,
diría una forma algo redonda,
con algo de estrías, anchas, bien hondas,
y venas saltonas,
ojeras a duras penas,
trasnochadas de luna llena,
y una piel seca, 
algo azul,
con un tono de resaca,
tequila, tabaco,
química y hongos mal pasados,
y ojos reventados,
todo inflamados e inyectados,
avergonzados de lo que ven,
...dije, se me pasa el tren,
y decidí tomar acción:
pensé en quemar la grasa
como objetivo primero,
luego vicios y la vida de embustero,
que el tiempo pasa, y nos abrasa,
nos hace combustibles,
aceite, energía y comestibles,
consumidores de primera,
de carne, ropa y rameras,
por hablar en un sentido general,
para los que sepan indagar;
estuve ahí parado un buen rato, todo estático,
como un faro sobre el Atlántico,
mirando al espertento de humano,
que estaba presenciando,
y luego sin querer o tal vez pretender
comenzó un dolorcito a aparecer,
justo en la nuca,
debajo de la cabeza, y
no sé con certeza,
una arteria o una vena maluca,
que se activó como detonante,
y no es por engañarte
pero comencé a sentir calor,
más que el verano en el que estamos,
la sartén que calentamos,
la fiebre o el café que tomamos,
y comenzó a bajar y extenderse,
mientras crecía mi temor por prenderme,
como un fósforo o como un monje tibetano,
y comenzó a salir fuego de mis manos,
mi espalda y mis piernas,
mis brazos y mis penas,
mis complejos y mis sinsentidos,
desde los atrevidos hasta los divertidos,
mis recuerdos y mis temores,
mientras me calcinaba entre rencores,
pero dolor no sentí,
mis nervios, fritos los olí,
pensé: "con algo de ajonjolí o un poco de ají,
y algo de limón, 
cebollita y pimentón, 
sabría mejor que el chicharrón o una jalea",
pero creo que se me pasó algo la mano,
y terminé todo calcinado,
todo por una aneurisma,
que me explotó en plena crisma,
pero menos mal,
y no es por presumir,
que el cerdo no tuvo más porqué sufrir,
porque grasa ya no hay, más que aspirar
un montón de cenizas que barrer y recoger,
quemaduras por doquier,
y no va más,
mi recomendación para algún obeso:
que se vuelva obseso con su sobrepeso,
mientras se burla el resto,
y concentrarse un poco en alguna arteria,
o una vena,
y dejar que el cuerpo se encienda,
así solo, sin gasolina ni leña.




- pero hijo mío, la confesión nunca es suficiente! - padre, qué quiere decir usted? - que un par de avemarías y unos cuatro padre nuest...