me senté tranquilo y me tomé un vino, un litro, para ser más exacto,
y me quedé dormido luego de un rato, pensando en el mundo que se acaba,
y en el tiempo que pasa,
y las cosas que nunca comencé pero que siempre pensé en hacer,
y que por falta de valor o siempre alguna traba, o una excusa para ser más claro,
me olvidé de todas ellas y las dejé en tan sólo una idea,
olvidando en forma contínua,
dejando todo a la mitad, creando una rutina,
encerrado en una caverna y creyendo en mis ideas,
... cansado de pensar, no me queda más que esperar,
el momento del gran final cuando las cosas por fin acabarán,
(y claro, dejando todo en un eterno stand-by)
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