martes, 15 de enero de 2008

Desenrrollé un habano que me dio mi excuñado cuando nació mi sobrino. Lo comencé a descascarar, al principio medio jodido pero salió la primera capa, tipo cebolla, y la segunda enterita. Desmoñé, corté la hierba y la puse en el papel de tabaco. Y sí, Kids tenía razón. Buen pucho. Ésta es la pava cabeza dragón.









La pava cabeza dragón en mi cuarto. Recuerdo de Angi el de atrás. Parece un alien o algo así. Primo de Godzilla.











Yo en curso. La pava cabeza dragón ataca de cabeza. Espejo de mi cuarto, la cabeza dragón comienza a quemarme la mano.












Ahora más parecida a un alien. La pava cabeza dragón sigue en mi cuarto. Bota fuego por el león que me robé la otra noche. Comienza a quemarme la mano de nuevo y se incinera más rápido.











Ahora está en el cenicero de mi sala. La tuve que lanzar para que no siga quemándome la mano. En Kids sí pegó el papel.












El resto del habano.

2 comentarios:

maria. dijo...

pedacitos de casa.

apocalipsis dijo...

que drogadicto eres, me das vergüenza, y mucha envidia carajo!!!!!!...mas bien solo envidia

- pero hijo mío, la confesión nunca es suficiente! - padre, qué quiere decir usted? - que un par de avemarías y unos cuatro padre nuest...